La cementera de la Parilla: despoblación, daños a agricultura, ganadería, agroindustria y otros negocios
Por kostraman
En anteriores hojas informativas hemos explicado los graves riesgos para la SALUD de la incineración de residuos tóxicos que actualmente llevan a cabo las cementeras (ver cementeras e impacto sobre la salud).
También hemos expuesto las pérdidas que para cultivos como la cebada o el girasol suponen las emisiones de óxidos de nitrógeno y las lluvias ácidas generadas por la combustión de petcoke. Igualmente hemos mencionado el impacto que este tipo de industrias generan en negocios existentes del sector servicios al producir despoblación.
Ahora nos centramos en los efectos sobre las explotaciones ganaderas e industria agroalimentaria derivada y como impedirá su potencial desarrollo en la comarca.
Efectos en ganadería y derivados (queserías ), explotaciones avícolas etc. La contaminación producida por las cementeras es especialmente preocupante en el caso de las dioxinas, unas de las sustancias más tóxicas conocidas (efectos carcinogénicos, endocrinos, neurológicos, reproductivos etc). Éstas se acumulan en las grasas de los alimentos de origen animal (principalmente carne, leche y sus derivados, así como en los huevos).
Cuando se detecta que el contenido en dioxinas de un alimento es superior al permitido por la legislación europea, éste no puede comercializarse o debe retirarse del circuito comercial, lo que supone fuertes perdidas económicas y un quebranto al buen nombre de las explotaciones afectadas y a la comarca.
Un reciente estudio realizado en Francia por el Instituto Nacional de Vigilancia Sanitaria en colaboración con la Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria concluyó que la ingesta del equivalente a un huevo o una taza de leche diaria procedentes de áreas expuestas a incineradoras producía un incremento del 5,8% de dioxinas totales en el suero sanguíneo de los consumidores. The French dioxin and incinerators study. Saint-Maurice (Fra): French Institute for Public Health Surveillance, Octubre 2008.
En otro estudio realizado en población residente cerca de incineradoras (Fierens et al. 2003) también se observó un incremento de niveles de dioxina en suero sanguíneo asociado al consumo de alimentos como carne de vacuno y pollo criados localmente.
Las dioxinas de las incineradoras llegan al ganado al depositarse en los pastos y servirles éstos de alimentos. Estudios de varios paises europeos como Holanda (Liem et al.1990), Reino Unido (MAFF 1992, EA 1997, Sandells et al. 1997), Suiza (Schmid y Schlatter 1992), y España (Ramos et al. 1997) indican que en la leche procedente de vacas de granjas situadas en comarcas con incineradoras aumentan de forma notable los niveles de dioxinas.
En el Reino Unido, el nivel de contaminación en leche de vaca de granjas cercanas a una incineradora de productos químicos situada en el condado de Derbyshire fue tan alarmante que se decidió cerrarla en noviembre de 1991 Incineration and human health. State of Knowledge of the Impacts of Waste Incinerators on Human Health. Michelle Allsopp, Pat Costner and Paul Johnston. Greenpeace Research Laboratories, University of Exeter, Reino Unido. Marzo 2001
La aparición de dioxinas en alimentos no es un problema esporádico; en el sondeo publicado por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria este mismo año 2010, un 8% de resultados excedió los niveles máximos establecidos por la normativa europea de dioxinas en alimentos. Results of the monitoring of dioxin levels in food and feed. EFSA Journal 2010; 8(3):1385 [36 pp.].
La incineración de residuos no es inocua para el sector primario, como muestran los estudios mencionados, es una amenaza de contaminación de las producciones ganaderas, avícolas y perjudica enormemente el prestigio de los productos agrarios de una comarca determinada. Las producciones de queso manchego con denominación de origen y en ecológico o las ganaderías de ovino o caprino extensivas son producciones de futuro y con un alto valor añadido que será imposible desarrollar en toda la comarca. Igualmente comprometería la producciones avícolas de calidad.
¿Por qué traer a esta comarca la industria más contaminante? Una vez instalada la cementera nada impedirá que se convierta en una incineradora. La normativa no lo prohíbe, la administración de Castilla-la Mancha lo promueve, con su Consejero de medio ambiente a la cabeza. Actualmente las cementeras están recibiendo más del doble de ingresos por Tonelada de residuos quemada que por Tonelada de cemento vendido. La quema de plásticos, disolventes; pinturas, barnices, neumáticos, aceites de automoción, toners de impresoras y otros residuos tóxicos les supone grandes beneficios económicos. No te dejes engañar: La autorización concedida a La Cementera de La Parrilla permite que el 99% del tiempo de emisión no se midan los contaminantes que salen por las chimenea.
La zona de la Aceña, el turismo rural y las aves de jaula La construcción de una macro fábrica incineradora-cementera en La Aceña destruye el gran potencial de la ribera y su entorno como área de esparcimiento, uso público y pulmón verde en La Parrilla. No olvidemos que los bosques de ribera, aun hoy mermados, tienen una gran facilidad de recuperación. Como indicador del valor ambiental de la ribera del Júcar podemos destacar el grupo de la aves, con más de cien especies que pueden ser vistas regularmente. Si se quiere potenciar el turismo hay que recordar que no se sale de la ciudad para ver aves enjauladas sino para disfrutar de paisajes naturales y especies silvestres. Tenemos un importante patrimonio natural y cultural en la comarca, es un potencial de riqueza y puestos de trabajo por explotar, una industria de futuro, no contaminante. La cementera también perjudica actividades en alza como la caza, e impide el desarrollo de la olivicultura ecológica que está creciendo en otras zonas de la provincia con un importante valor añadido. Tendremos que conformarnos con las aves de jaula?
Fuente: anticementera.wordpress.com